Cuando, entre 1992 y 1995, Yugoslavia se vio inmersa en una terrible guerra civil que acabó con la desmembración del multiétnico estado, las nuevas tecnologías todavía no estaban plenamente implantadas en nuestras vidas, Internet era una herramienta minoritaria y la única información que percibíamos de aquellos terribles sucesos era la que nos llegaba a través de la prensa y la televisión. Quizás por eso los mass-media nos colaron una de las mayores infamias de la historia moderna: la gran mentira de los Balcanes. Con esta experiencia bien aprendida, sus bases se aplicaron de nuevo, y aún más estrictamente en Kosovo en 1999, completando la labor que oscuros intereses occidentales iniciaron en Yugoslavia hacia 1980.
Ahora, a casi 20 años vista de aquel conflicto, comprobar día a día cómo la información fue manipulada y cómo los hechos fueron orquestados por intereses de Europa y los Estados Unidos le sumen a uno en un estado de catarsis que nos provoca la duda de qué fue verdad y qué fue mentira en las mal llamadas “guerras yugoslavas”, y términos como limpieza étnica, genocidio de Srebrenica o masacre del mercado de Sarajevo, marcados a fuego en nuestras mentes, adquieren una dualidad que resulta una falta total de respeto para con la historia.
Evidencias
Una de las opiniones más críticas y reputadas sobre este hecho es la del escritor y periodista belga Michel Collon. El antiimperialista Collon ha publicado diversos trabajos que ponen en tela de juicio la intervención de las potencias occidentales y sus serviciales mass-media en el conflicto yugoslavo. Según él, empresas estadounidenses y diplomáticos europeos pusieron en marcha un programa de propaganda encaminado a “romper Yugoslavia, demasiado a la izquierda, eliminar su sistema social, someter la zona a las multinacionales, y controlar el Danubio y las rutas estratégicas de los Balcanes”. Cuatro años de una guerra atroz para todas las nacionalidades (musulmanes, serbios, croatas), provocada por Berlín y prolongada por Washington.

Las desavenencias entre estas tres nacionalidades venían de siglos atrás, pero la entrada en escena de recalcitrantes nacionalistas como Slobodan Milošević, Franjo Tuđman y Alija Izetbegović precipitó un holocausto que con unos dirigentes menos apasionados, y sobre todo más honrados, podría haberse evitado.

Pero los instigadores del conflicto necesitaban al malo de la película, y el rol le fue rápidamente adjudicado (tampoco negó méritos) a Serbia-Yugoslavia.
Así, los dirigentes croatas y musulmanes fueron presentados como víctimas, pero la realidad era bien distinta: en Croacia Franjo Tudjman se apresuró a cambiar los nombres de las calles que llevaban el nombre de luchadores antifascistas, restableció la bandera del régimen fascista ustashi de 1941 y modificó la Constitución para comenzar la expulsión de los serbios. En Bosnia, Izetbegovic, un ex colaboracionista nazi que basó su triunfo en su "Declaración islámica": "No existe paz ni coexistencia entre la religión islámica y las instituciones sociales y políticas no islámicas."

Instauró un régimen corrupto y mafioso, basado fundamentalmente en un lucrativo mercado negro y en el desvío de la ayuda internacional. Con la bendición de Washington permitió la entrada de mercenarios islamistas, especialmente a Al Qaeda, en apoyo de la causa musulmana. Según la periodista británica Eve-Ann Prentice «en noviembre del 94 me encontraba con un colega del Spiegel en la antesala del despacho del presidente de Bosnia, Izetbegovic. Vimos entrar a Osama Ben Laden con escolta en el despacho de Izetbegovic.» Una vez empezada la guerra, se cometieron crímenes terribles en los tres campos, pero al ocultar estos antecedentes se lograba que la situación fuera incomprensible.
Según Michael Collon, ya en 1979, el BND alemán envió a Zagreb un equipo de agentes secretos, con la misión de apoyar a Franjo Tudjman, racista que propagaba activamente el odio étnico y predicaba la fragmentación de Yugoslavia.

Los campos de exterminio
Con el comienzo de la guerra de Bosnia se produjo la entrada en escena de los Estados Unidos-OTAN, cuyos intereses geopolíticos y militares en los Balcanes eran evidentes. Pero curiosamente la mayor contribución norteamericana en la gran mentira de los Balcanes fue propagandística, a través de la agencia Ruder Finn, que fue contratada por los separatistas croatas y musulmanes en una maniobra que les reportó enormes beneficios. En efecto, Ruder Finn se encargó de fabricar, distorsionar y dar cobertura a noticias que inmediatamente llegaban a la opinión pública occidental y automáticamente relacionaban a los serbios con las mayores atrocidades cometidas en suelo europeo desde la II Guerra Mundial. Es decir, los transformaron en los nazis de los ’90. Según el propio director de la agencia, James Harff:
Nuestra labor no consiste en comprobar las informaciones. No estamos equipados para ello. Nuestra tarea es acelerar la circulación de las noticias que son favorables para nosotros y guiarlas hacia círculos cuidadosamente escogidos. No afirmamos que existan campos de exterminio serbios en Bosnia. Sólo nos encargamos de que todos sepan que es Newsday el que ha lanzado esa información. No nos pagan por sermones morales. (1)

El asunto al que se refiere Harff fue la publicación, orquestada por el polémico político francés Bernard Kouchner (entonces miembro de "Médicos sin Fronteras"), de unas imágenes en las que se presentaba a famélicos prisioneros de guerra bosnios tras unas alambradas en lo que se identificó como un campo de exterminio.

Srebrenica
Pero no sólo de la invención de información se nutrió la gran mentira de los Balcanes: en ocasiones fue la omisión de información la que manipuló hechos ya de por sí suficientemente dramáticos como para tergiversarlos, y uno de estos hechos, aunque distorsionado, pasó tristemente a la historia: la masacre de Srebrenica.
Pero no sólo de la invención de información se nutrió la gran mentira de los Balcanes: en ocasiones fue la omisión de información la que manipuló hechos ya de por sí suficientemente dramáticos como para tergiversarlos, y uno de estos hechos, aunque distorsionado, pasó tristemente a la historia: la masacre de Srebrenica.
La historia, o lo que interesaba saber de ella, la sabe todo el mundo: las fuerzas serbobosnias, al mando del general Ratko Mladic, tomaron el área segura de Srebrenica, separaron a las mujeres de los hombres, y ejecutaron a 8.000 de ellos en edad militar. Demasiado sencillo. Sin entrar a cuestionar las cifras ni la veracidad de la matanza, los hechos desarrollados antes y durante la misma nos muestran una realidad que muchos no están dispuestos a soportar.

El mercado de Sarajevo
El 28 de agosto de 1995, un proyectil de mortero alcanzó el mercado central de Sarajevo, matando a 37 e hiriendo a 90 civiles bosnios que se encontraban haciendo compras. El hecho se produjo en un momento en que las potencias occidentales estaban debatiendo el uso de la fuerza contra los serbios para parar la guerra, y la matanza les convenció definitivamente.
A pesar de que es probable que aquel proyectil procediese de posiciones serbias, la precipitación con que los principales implicados acusaron a los serbios, aún existiendo dudas al respecto, provocaron que distintos medios hayan calificado la masacre del Markale como un ataque de bandera falsa.
Los medios de comunicación occidentales ofrecieron versiones sensacionalistas de las matanzas y no dudaron en omitir toda la información que las acompañó, recurriendo al truco fácil de presentar a los serbobosnios como asesinos sanguinarios y a los musulmanes como víctimas desvalidas de estos sucesos, obviando toda alusión a los acontecimientos anteriores y posteriores a las masacres en sí. Francamente, sin la “cooperación” de personajes como Mladic, Karadzic o Milosevic, los mass-media habrían tenido harto complicada esta asignación de roles, pero su poca diplomacia lo puso más bien fácil.
Dejaré para otro capítulo, porque merece un estudio aparte, la intervención “occidental” en Kosovo, donde los mismos instigadores utilizaron su experiencia en Bosnia para realizar la misma jugada, con idénticos resultados, aunque dejando más al descubierto sus tácticas.
Más información:
- Veiga, Francisco: La trampa balcánica. Grijalbo, 2002. ISBN 8425336635
- Pizarroso Quintero, Alejandro: Nuevas guerras, vieja propaganda: de Vietnam a Irak. Universitat de València, 2005. ISBN 8437622700
(1) Pizarroso Quintero, Alejandro: Nuevas guerras, vieja propaganda: de Vietnam a Irak, pp. 187
(2) Slobodna Bosna, Sarajevo, Bosnia-Herzegovina, 14 de julio de 1996
Un post muy documentado, Bernard, pero ¿te imaginas lo que hubiese ocurrido en Yugoslavia sin la intervención de la ONU?
ResponderEliminarSaludos y gracias.
Llevo un tiempo investigando sobre la participación de países occidentales en la destrucción tanto de Yugoslavia como de los regímenes socialistas del Este europeo. Tendré en cuenta tu artículo.
ResponderEliminarGracias
Es que yo no defiendo que la ONU no debiera intervenir en el conflicto; todo lo contrario, estoy completamente a favor de intervención internacional si con ello se pueden parar guerras y evitar muertes inocentes. Lo que no es de recibo es la intencionalidad y partidismo con que se produjo esa intervención, que por otro lado precipitó también el estallido de esa guerra.
ResponderEliminarJa! ahora resulta que los serbios quieren hacer mea culpa por sus actos, por mucho que el "maldito occidente" quiera modificar la informacion, los hechos estan presentes, ¿que ganò serbia?, nada, de los paises que dependia para tener su infleuncia de poder no quedo nada, ni salida la mar, ni el apoyo de lo que fue Rusia, ni industria. La "gran serbia" nunca existiò, jamàs salvo en las mentes de los nacionalistas extrsmos, ni slovenia, ni croacia, ni los bosnios mataron un solo serbio dentro de Serbia, gobernada por una mafia repugnante, Mirla markovic, la bruja roja y el corrupto de su hjo marko, al fin que ni se quedaron con Kosovo, su unica salida al mar, Serbia tiene lo que merece, no me vengas con que "no no no somos las victimas del holocausto", fueron los gringos y los rusos, posiblemente si ijfluyeron, pero jamàs determinaron el conflicto producto de la desapariciòn de Yugoslavia. clasico de serbios.
ResponderEliminarEn el post no se trata de minimizar las barbaries cometidas en nombre del pueblo serbio, o de la ''Gran Serbia'', me da igual, porque eso es innegable. De lo que se trata es de dar una versión más neutra de lo que supuso el colapso de Yugoslavia, y la gran influencia que tuvieron las potencias occidentales, ni más ni menos. Por lo menos, que no nos engañen. Saludos.
ResponderEliminarYo creo que este blog se acerca mas a la realidad y la roza, pero no toca verdaderamente. Quizas fuera un intento de apropiarse de la dependencia de las naciones balcánicas por parte de USA pero yo creo que por encima de todo eso hay una causa mucho mas astuta. Los serbios querían seguir en Yugoslavia pero tras las primeras separaciones de paises antes de la guerra era inviable. Entonces, los serbobosnios y serbios en general, que ya no eran de izquierdas (solo hay que ver su actitud actual y reciente para ver que son nacionalistas (y ahora mas aún) querían juntar todas las áreas con un alto porcentaje de serbios y eso incluía la mayor parte de una Bosnia donde los musulmanes gozaban del poder aunque fuesen minoría, porque se asentaban en las grandes ciudades bosnias. Entonces la CIA decidió ayudar a los "pobres" musulmanes y humillar a los cristianos serbios. ¿por que? muy facil, AFGANISTÁN. En Afganistán los musulmanes ayudaron a USA a echar a los soviéticos y una parte de la CIA era musulmana (Gadafi, Osama Bin laden...) Esa parte de la CIA vió la oportunidad de cobrar lo debido por Afganistán y los estados Unidos, no conscientes del peligro que era ese aceptaron. Los musulamnes querían ese Estado llamado Bosnia en Europa puesto que sería la primera gran batalla ganada contra el cristianismo al que poco a poco van desplazando en Europa. Desde ese momento los musulmanes se convirtieron en los malos. Apoyados por Alemania (con una cada vez mayor población turca) y otros paises presionados por el poder de la CIA apoyaron a los musulmanes. El vaticano, no consciente de todo aquello y debido a la información parcial de los hechos así como la mayoría de gobiernos, apoyaron mas que a los musulmanes a las "victimas" de la guerra que manipuladamente ofrecian los medios(siendo estos Estados víctimas también del engaño), incluyendo a los croatas que se empezaron a enterar de lo que se cocía por allí y empezaron también su particular guerra contra los musulmanes pero no se podía dar la sensación ante todo el mundo no musulmán de que la minoría manipuladora musulmana (que también estaba matando muchisimo) tenía razón, y por tanto se ocultaron los conflictos croata-musulmanes.
ResponderEliminarCon la rendición serbia, uno de los paises antimusulmanes que tantos siglos había luchado contra ellos se encontraba rendido y con ello se abría la posibilidad de otro intento de reislamización de los balcanes empezando desde Kosovo y Albania.
Esta trozo de la CIA siguió pidiendo hasta que le tocó el turno a Israel, y USA no iba a permitir que Israel perdiese en algo porque sin el dinero de lso judios USA perdía mucho de su poder económico y militar con lo que el resultado fueron los atentados del 11-S contra el símbolo del orgullo americano.
Esa es opinión de los hechos.
Qué buenos fueron los serbios, sobre todo con mi abuelo, al que mataron desarmado cuando mi padre contaba 7 años, en la puerta de su casa y delante de sus hijos y su esposa. O a mi padre, que en paz descanse, que tuvo que escaparse arrastrándose por el suelo por sus ideas independentistas tras sufrir torturas en las cárceles con menos de 20 años. O los que entraron en Vukovar con tanques arrasando todo lo que encontraban a su paso incluyendo mujeres y niños.
ResponderEliminarHablar de buenos y malos es muy simplista, pero el victimísmo serbio clama al cielo.
En fin...
El tema de Yugoslavia no es tan difícil de entender. Tanto Alemania como EE.UU querían destruirla ya que tenía un modelo económico no adecuado para ellos, es decir no la podían explotar. Por ello enviaron armas y formaron a los croatas bastante antes de la guerra, y lo mismo hicieron con los musulmanes de Izetbegovic, del lado extremista musulmán. Las tensiones emplearon cuando las recetas del FMI hundieron la economía de Yugoslavia.
ResponderEliminarY otra vez con el "divide y vencerás" se provocó la guerra. Demonizando a los serbios en los medios de comunicación occidentales consiguieron que la población de aquí los odiase. Aunque en realidad no cometieron más crímenes que los croatas o los musulmanes. De hecho el lugar donde no hubo limpiezas étnicas fue en Serbia, no por casualidad. Y la mayor limpieza étnica tuvo lugar en la Krajina, de 250.000 a 300.000 serbocroatas expulsados de Croacia y casi 3000 muertos.
El relato de Srebrenica está bastante bien contado, lo único que las cifras de 8.000 muertos no las defiende ningún historiador serio, no hay evidencias. Las pruebas del ADN no dicen dónde o por qué murieron.
Los causantes de la guerra estaban fuera y convirtieron los Balcanes en prácticamente colonias, Bosnia es un buen ejemplo.
Me parece que tanto en las Guerras de los Balcanes de los 90 como en las Guerras del Golfo hubo manipulaciones politicas criminales a raudales y por parte de todos. Y lo pagaron miles y niles de inocentes y los responsables diversos se fueron muchos de rositas. Por ejemplo, es criminal que se bombardeen ciudades a diestro y siniestro llevandose a cualquiera por delante.(Luis Manteiga Pousa)
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