"Porque las ideas maduradas dicen más de nosotros mismos, pero menos de la realidad"

martes, 1 de junio de 2010

La metamorfosis de la información

Como observador en general, me resulta decepcionante el sesgo que ha adquirido la información en nuestro país en las últimas décadas. Los periodistas defienden más el ideario de una formación política que los propios 'políticos'.

Pero ese es un tema que ya abordaré cuando proceda; en este caso me quiero detener en el curioso fenómeno que ha prostituido la información deportiva en nuestro país, y cuando digo a nuestro país me refiero a Ejpaña. Afectado, claro está, por esa enfermedad tan moderna e inexplicable que yo llamo basurismo: la comida basura, la telebasura, música basura, y ahora periodismo basura, curiosamente todos ellos con un denominador común: son de usar y tirar. Posiblemente son el resultado de una sociedad sin ambiciones ni principios, pero eso que lo decida un sociólogo.

Y en este inframundo del periodismo-deportivo-basura, abordaré un caso particular, por ser el periódico más vendido en España y por tanto el que produce mayor repercusión mediática: el diario MARCA. Cuando nació MARCA, a finales de los años 30, no pasaba de ser un semanario nacional dedicado exclusivamente a un mundo entonces tan poco profesional como el del deporte. Después de convertirse en diario, su crecimiento siguió una línea ascendente exponencial al desarrollo del país y al del interés ciudadano por el deporte, en especial por el fútbol.

Con la explosión definitiva del deporte rey en nuestro país, MARCA se vio sometido también a unos intereses que le convirtieron en un panfleto que muy poco tenía que ver con aquel pionero semanario que fundó Manuel Fernández Cuesta (no confundir con su hermano el falangista). El peso específico del Real Madrid, un equipo que, tanto por historial como por factores que muy poco tenían que ver con el fútbol, se había convertido en el símbolo del deporte de equipo en España, pasó a marcar de una forma notoria la información de MARCA, muy por encima de lo deseable en un diario nacional. De esta forma, al finalizar el siglo XX, y con directores como Luis Infante Bravo, Manuel Saucedo y, en menor medida, Elías Israel, la línea editorial del periódico quedaba tristemente sometida por toda la información relacionada con el equipo merengue, además de mostrar un tufillo favoritista que alejó la palabra neutralidad de sus características.


Pedro J. Ramírez, Jaume Matas y Eduardo Inda, el trío de las Baleares


Pero, tras la compra en 2007 del grupo editorial Recoletos, editor de MARCA, por parte de Unidad Editorial, propietaria del diario El Mundo del inefable Pedro J. Ramírez, la historia de MARCA dio un giro espectacular en su larga historia. Una de las primeras decisiones de Pedrojota al frente del nuevo conglomerado fue la incorporación de un siniestro personaje, Eduardo Inda como director de MARCA, extraña decisión teniendo en cuenta que la relación de Inda con el deporte era más bien discreta (una corresponsalía en Navarra para el ABC). ¿Quién era entonces Eduardo Inda? licenciado en ciencias de la información por la Universidad de Navarra, se desenvolvió sin pena ni gloria hasta que en 1994 se incorporó como redactor local al diario El Mundo. En 2002 recibió su primer destino estratégico: director de la edición del diario de las Islas Baleares. Ya por entonces era un asistente de confianza de Pedrojota, lo que obvia cualquier explicación sobre su desempeño en las Illes. Lo políticamente incorrecto dice que ejerció de Ministro de Propaganda de Pedrojota para situar al Partido Popular como formación gobernante en el parlamento balear, con su presidente Jaume Matas a la cabeza, deseo que se convirtió en realidad tras las elecciones autonómicas de 2003. De aquella oscura etapa queda el procesamiento de Matas por corrupción y su condena a prisión eludible bajo fianza, pero eso ya es otra historia.

El caso es que, o como agradecimiento a los "servicios prestados" o para volver a utilizarlo como marioneta (o ambas opciones), Pedrojota puso al frente del diario más vendido de España a alguien que tres años después lo había transformado en un panfleto de manipulación, sensacionalismo, soberbia, desvergüenza y humillación a otras entidades, lo cual, como afirmaría el propio Inda en su coletilla favorita "no es moco de pavo". La manipulación de MARCA en el panorama deportivo actual alcanza límites alarmantes: influye en destituciones de entrenadores, ningunea equipos, humilla deportistas, manipula encuestas y discrimina deportes, lo cual nos lleva a afirmar que MARCA ya no es un diario deportivo. Además, por si fuera poco, ha aparecido una nueva figura en todo este entramado: la de Florentino Pérez, quien sospechosamente volvió a la presidencia del Real Madrid tras una salvaje campaña propagandística desde MARCA que incluso evitó la convocatoria de elecciones. Desde la vuelta del señor Pérez, dueño de la constructora ACS a la presidencia del Madrid, MARCA se ha dedicado insistentemente a ensalzar su gestión y facilitarle el trabajo sucio criticando a sus futuras víctimas, como ocurrió en el lamentable episodio del cese del entrenador Manuel Pellegrini al frente del equipo. Sin olvidar la obsesiva persecución a que sometió al ex-presidente Ramón Calderón, tras su salida del club a cuenta de una irregular asamblea precisamente denunciada por MARCA. Todo esto hace que la relación Pedro J. Ramírez - Florentino Pérez cierre el círculo de la intriga.


Con todo esto nos encontramos dirigiendo el diario español con más lectores a un oscuro personaje cuya capacidad de decisión aún desconocemos, y que últimamente se ha metido además a analista deportivo, con las consiguientes situaciones cómicas que ello conlleva. A raíz de lo que se puede denominar metamorfosis de la información, surgen ciertos interrogantes que cierran el cerco en torno a esta situación: ¿A qué se debe la línea que sigue MARCA? ¿Es sólo una estrategia comercial o hay algo más detrás del oscuro dúo Ramírez-Inda? ¿Hace el director de MARCA exactamente lo que le ordena su jefe, o la situación actual del diario es resultado de su macabra mentalidad? ¿Por qué los españoles siguen comprando un periódico que, como poco, fomenta el odio y la violencia? ¿Por qué el resto de la prensa deportiva, salvo honrosas excepciones, no se atreve a denunciar tan mafiosa situación? Quizás las respuestas jamás las sepamos.

De momento, las nuevas tecnologías sirven para denunciar el asunto: un grupo en Facebook y una web opositora se encargan de denunciar las tramas de lo que un día fue un diario deportivo.

1 comentario:

  1. Muy buen post, la verdad es que estamos contigo, hoy día se hace mucho periodismo basura, y los de Marca ya ni te digo.

    Es una verguenza para gente como nosotros, futuros profesionales de la comunicación porque personajes como Inda o Pedrojota dan una mala imagen de la profesión.

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